Y no os apartaréis de la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días. Permaneceréis allí hasta el día que se cumpla el período de vuestra consagración que durará siete días.
Permaneceréis a la entrada de la Tienda del encuentro durante siete días y siete noches, cumpliendo lo previsto por el Señor, para que no muráis. Así me ha sido ordenado.
No como los demás sumos sacerdotes que necesitan ofrecer sacrificios a diario, primero por sus propios pecados y después por los del pueblo. Jesús lo hizo una vez por todas ofreciéndose a sí mismo.