Levítico 7:31

La Palabra (versión española)

la grasa será quemada por el sacerdote en el altar, y el pecho será para Aarón y sus descendientes.

Referencias Cruzadas

Éxodo 29:26

Tomarás también el pecho del carnero que se utilizó para la consagración de Aarón y realizarás con él el ritual de presentación delante del Señor. Es la porción que te corresponde.

Levítico 3:11

Entonces el sacerdote quemará todo esto sobre el altar como alimento ofrecido al Señor.

Levítico 3:16

Y el sacerdote quemará esto sobre el altar como alimento ofrecido de olor grato para el Señor. Toda la grasa pertenece al Señor.

Levítico 3:5

Los sacerdotes aaronitas quemarán todo esto en el altar junto con el holocausto que está encima de la leña que arde sobre el altar; es ofrenda de olor grato para el Señor.

Levítico 5:13

De esta manera el sacerdote hará expiación por el pecado cometido, y aquel que pecó en alguna de estas cosas será perdonado. Lo que sobre será del sacerdote, como en el caso de la ofrenda de cereal.

Levítico 6:16

Esta ofrenda de cereal del sacerdote será quemada totalmente; en ningún caso se comerá.

Levítico 7:34

Reservo, pues, el pecho sometido al rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo de los sacrificios de comunión de los israelitas, y se los doy al sacerdote Aarón y a sus descendientes. Será esta una norma perpetua para los israelitas.

Levítico 8:29

Moisés tomó entonces el pecho haciendo con él el rito de la elevación en presencia del Señor. Esta fue la parte del carnero de la ofrenda de consagración, que correspondió a Moisés tal como el Señor se lo había ordenado al mismo Moisés.

Números 18:11

También te corresponden las ofrendas que presenten los israelitas mediante el rito de la elevación; todo esto te lo asigno a ti, a tus hijos y a tus hijas, por estatuto perpetuo; cualquiera de tu familia que se encuentre en estado de pureza lo podrá comer.

Números 18:18

Pero su carne te pertenece a ti, lo mismo que el pecho pasado por el rito de la elevación y el muslo derecho.

1 Corintios 9:13

Bien sabéis que los ministros del culto viven de ese ministerio y que los que sirven al altar participan de las ofrendas que se hacen en él.

Deuteronomio 18:3

Cuando alguien del pueblo sacrifique como ofrenda un toro o un cordero, el sacerdote tiene derecho a recibir la espaldilla, la quijada y el cuajar.