Después, volverás a tomarlo de sus manos y lo quemarás en el altar, sobre los restos del anterior holocausto, como fragancia apaciguadora delante del Señor. Es una ofrenda que se quema en honor del Señor.
La persona que toque algo impuro, sea impureza humana, animal impuro o cualquier otra cosa impura, y luego coma carne del sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será extirpada de su pueblo.