Pues bien, diles: Esto dice el Señor Dios: Vosotros coméis alimentos sin quitarles la sangre, alzáis suplicantes vuestros ojos a los ídolos, cometéis asesinatos, ¿y pensáis que vais a heredar esta tierra?
y yo me volveré contra él y lo extirparé de su pueblo, por cuanto entregó uno de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi sagrado nombre.
No se podrá comer la carne que haya estado en contacto con cualquier cosa impura; será consumida por el fuego. Toda persona en estado de pureza ritual podrá comer la carne;
Todo aquel que toque un cadáver, es decir, el cuerpo de una persona que ha muerto, y no se purifique, está profanando la Morada del Señor; tal persona será extirpada de Israel. Al no haber sido rociada con el agua de purificación, quedará impuro y su impureza permanecerá en él.