Levítico 26:11

La Palabra (versión española)

Estableceré mi morada en medio de vosotros y jamás os rechazaré.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 7:7

Y en todo el tiempo en que estuve viajando de un sitio a otro con los israelitas, nunca le hablé a ninguno de los jueces que elegí para pastorear a mi pueblo, Israel, de construirme una casa de cedro».

1 Reyes 6:13

habitaré entre los israelitas y no abandonaré a mi pueblo Israel.

1 Reyes 8:13

pero yo te he construido un palacio, una morada en la que habites para siempre.

1 Reyes 8:27

Pero ¿puede Dios habitar realmente en la tierra? Si ni los cielos, en toda su inmensidad, pueden contenerte, ¿cómo podría hacerlo este Templo que he construido?

Salmos 106:40

Y el Señor se airó contra su pueblo, aborreciendo su heredad.

Salmos 76:2

en Salén tiene su tienda, en Sion está su morada.

Salmos 78:59

Dios lo oyó y se llenó de furia, detestó intensamente a Israel.

Éxodo 25:8

Me erigirán un santuario, y habitaré en medio de ellos.

Éxodo 29:45

Yo habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios.

Éxodo 29:46

Así reconocerán que yo soy el Señor su Dios, el que los sacó de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.

Jeremías 14:21

Por amor a tu nombre, no nos rechaces; no deshonres tu trono glorioso; acuérdate y no rompas tu alianza con nosotros.

Lamentaciones 2:7

Rechazó mi Dios su altar y repudió su santuario, entregando al enemigo los muros de sus palacios; daban gritos en el Templo, como en un día de fiesta.

Joel 2:27

Tendréis que reconocer así que estoy en medio de Israel y que yo, y ningún otro, soy el Señor, vuestro Dios. Y nunca jamás mi pueblo volverá a quedar cubierto de oprobio.

Levítico 20:23

Y no sigáis las prácticas de los pueblos que yo expulsaré ante vosotros; ellos hicieron todas esas cosas y yo los aborrecí.

Levítico 26:15

si despreciáis mis decretos y detestáis mis estatutos, si quebrantáis mi alianza y no ponéis en práctica todos mis mandamientos,

Levítico 26:43

Pero antes, ellos tendrán que abandonar la tierra que, estando deshabitada, podrá resarcirse de sus años sabáticos mientras ellos padecen el castigo por sus maldades, pues despreciaron mis decretos y detestaron mis estatutos.

Levítico 26:44

Sin embargo, aunque ellos estén en el país de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta exterminarlos, invalidando así mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios.

Zacarías 11:8

y en un solo mes despedí a tres pastores, pues yo no los pude aguantar y ellos se cansaron de mí.

Efesios 2:22

en el que también vosotros os vais integrando hasta llegar a ser, por medio del Espíritu, casa en la que habita Dios.

Deuteronomio 32:19

Y el Señor se llenó de ira, al ver cómo sus hijos e hijas le ofendían.

Josué 22:19

Si os parece impura vuestra heredad, venid al territorio que constituye sin lugar a dudas la heredad del Señor, donde él ha establecido su morada, y adquirid una heredad en medio de nosotros. Pero no os rebeléis contra el Señor, ni nos hagáis cómplices de vuestra rebeldía al construiros un altar distinto del altar del Señor nuestro Dios.

Josué 22:31

Y el sacerdote Finés, hijo de Eleazar, dijo a rubenitas, gaditas y manasitas: —Ahora reconocemos que el Señor está en medio de nosotros, pues no le habéis sido infieles y así habéis librado a los israelitas de ser castigados por el Señor.

Apocalipsis 21:3

Y oí una voz poderosa que decía desde el trono: —Esta es la morada que Dios ha establecido entre los seres humanos. Habitará con ellos, ellos serán su pueblo y él será su Dios.

Apocalipsis 7:15

Por eso están ante el trono de Dios, rindiéndole culto día y noche en su Templo; y el que está sentado en el trono los protege.