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Referencias Cruzadas

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Levítico 2:2

La Palabra (versión española)

La presentará luego a los sacerdotes aaronitas; entonces el sacerdote tomará un puñado de flor de harina con el aceite y con todo el incienso y lo quemará sobre el altar como una porción simbólica; ofrenda de olor grato para el Señor.

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17 Referencias Cruzadas  

—¡Acuérdate de mí, Dios mío, por todo esto y no olvides el bien que hice en el Templo de mi Dios y en su servicio!

Pedí a los levitas que se purificaran y vinieran a custodiar las puertas para que el sábado no fuera profanado. ¡Acuérdate de mí, Dios mío, también por esto, y apiádate de mí por la grandeza de tu misericordia!

Tú recibirás el dinero del rescate de los israelitas y lo destinarás al servicio de la Tienda del encuentro. Así el Señor tendrá siempre presente que los israelitas han pagado por el rescate de sus vidas.

Hay quien inmola un toro y también mata a un ser humano; hay quien sacrifica una oveja y también desnuca a un perro; hay quien presenta una ofrenda y también sangre de cerdo; quien ofrece un memorial de incienso y quien bendice a un dios cualquiera. Pues si ellos eligieron su camino, complacidos en sus abominaciones,

y después de lavar con agua las vísceras y las patas, el sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

Le rasgará las alas, pero no se las arrancará. El sacerdote hará que lo que está en el altar, encima de la leña que arde, se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

y lavarán con agua las vísceras y las patas. El sacerdote hará que lo que está sobre el altar se queme completamente, pues es un holocausto, ofrenda de olor grato para el Señor.

Como porción simbólica el sacerdote quemará una parte del grano desmenuzado junto con el aceite y con todo el incienso, pues es una ofrenda para el Señor.

El sacerdote tomará de aquella ofrenda de cereal una porción simbólica y la quemará sobre el altar como ofrenda de olor grato para el Señor.

Sobre cada hilera pondrás incienso puro que servirá para el pan como perfume, ofrenda en honor del Señor:

Le quitará toda la grasa, como en el sacrificio de comunión y la quemará sobre el altar en olor grato al Señor. El sacerdote hará así expiación por él, y será perdonado.

Pero si ni siquiera tiene suficiente para dos tórtolas o dos pichones, el que pecó traerá como ofrenda dos kilos de flor de harina por su pecado. No pondrá sobre ella aceite, ni incienso, porque es una ofrenda de purificación.

La traerá al sacerdote que tomará un puñado, como una porción simbólica, y la quemará en el altar junto con las otras ofrendas hechas al Señor. Es una ofrenda de purificación.

Cualquier sacerdote ungido descendiente de Aarón hará esta ofrenda. Es esta una norma perpetua: la ofrenda será quemada completamente en honor del Señor.

Siguiendo la mujer en pie ante el Señor, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda recordativa, es decir, la ofrenda de los celos, mientras él sostiene en su mano el agua amarga de la maldición.

El sacerdote tomará una parte de la ofrenda como porción representativa, la quemará sobre el altar y finalmente hará beber el agua a la mujer.

Atemorizado, miró fijamente al ángel y le preguntó: —¿Qué quieres, Señor? El ángel le contestó: —Dios ha tomado en consideración tus oraciones y tus limosnas.




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