podréis, pues, comer toda clase de langostas, cortapicos, grillos y saltamontes.
Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Sobre este tema es mucho lo que nos resta por decir, pero resulta complicado ya que os habéis vuelto reacios a escuchar.
Nosotros, los que tenemos una fe bien formada, debemos prescindir de nuestro propio gusto y cargar con las debilidades de quienes no la tienen todavía.
Acoged a los que tienen una fe poco formada y no os enzarcéis en cuestiones opinables.
Fortaleced las manos débiles, asegurad las rodillas vacilantes;
Pero podréis comer de todo insecto alado que, además de caminar sobre cuatro patas, tenga zancas para saltar con ellas sobre el suelo;
Pero consideraréis impuro cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas.