Dios os ha entregado a Oreb y a Zeb, los jefes de Madián. ¿Qué he hecho yo en comparación con vosotros? Con estas palabras que les dijo, se calmó su enfado contra Gedeón.
No conquistaron la tierra con la espada ni fue su brazo quien les dio la victoria; fue tu diestra y tu brazo, fue la luz de tu rostro porque tú los amabas.
En virtud del don que me ha sido otorgado me dirijo a todos y a cada uno de vosotros para que a nadie se le suban los humos a la cabeza, sino que cada uno se estime en lo justo, conforme al grado de fe que Dios le ha concedido.
Y puesto que tenemos dones diferentes según la gracia que Dios nos ha otorgado, a quien haya concedido hablar en su nombre, hágalo sin apartarse de la fe;
Gedeón les respondió: —¿Qué vale lo que he hecho yo en comparación con lo que habéis hecho vosotros? ¿No vale más la rebusca de Efraín que la vendimia de Abiecer?