Los judíos le replicaron: —¿De modo que tú, que aún no tienes cincuenta años, has visto a Abrahán?
Los judíos de Jerusalén enviaron una comisión de sacerdotes y levitas para preguntar a Juan quién era él. Y este fue su testimonio,
Jesús les respondió: —Os aseguro que antes de que Abrahán naciera, existo yo.