No debéis juzgar según las apariencias; debéis juzgar con rectitud.
«¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente y seréis favorables a los malos? [Pausa]
Absolver al malvado y condenar al justo son dos cosas que detesta el Señor.
También lo que sigue es de los sabios: Discriminar personas en el juicio no está bien.
que absuelven al culpable por dinero y deniegan la justicia al inocente!
No procederás injustamente en los juicios, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al poderoso; juzgarás con justicia a tu prójimo.
—Así dice el Señor del universo: Juzgad con justicia y equidad, y practicad con vuestros hermanos el amor y la fidelidad.
Así que algunos habitantes de Jerusalén comentaban: —¿No es este al que desean matar?
Vosotros juzgáis con criterios mundanos. Yo no quiero juzgar a nadie
Solo valoráis las apariencias. Si alguno está convencido de ser cristiano, considere, a su vez, que yo lo soy tanto como él.
Hermanos míos, que vuestra fe en Jesucristo glorificado no se mezcle con favoritismos.
¿no estáis actuando con parcialidad y convirtiéndoos en jueces con criterios perversos?
Pero si os dejáis llevar de favoritismos, cometéis pecado y la ley os acusa como transgresores.