Juan 7:1

La Palabra (versión española)

Pasó algún tiempo, y Jesús seguía recorriendo Galilea. Evitaba andar por Judea, porque los judíos buscaban una ocasión para matarlo.

Referencias Cruzadas

Mateo 10:23

Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, pues os aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que hayáis recorrido todas las ciudades de Israel.

Mateo 21:38

Pero cuando los labradores vieron que se trataba del hijo del amo, se dijeron: «Este es el heredero. Matémoslo, y apoderémonos de su herencia».

Marcos 11:18

Oyeron estas palabras los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, y comenzaron a buscar la manera de matar a Jesús. Pero le tenían miedo, porque toda la gente estaba pendiente de su enseñanza.

Juan 1:19

Los judíos de Jerusalén enviaron una comisión de sacerdotes y levitas para preguntar a Juan quién era él. Y este fue su testimonio,

Juan 4:3

Así que salió de Judea y regresó a Galilea.

Juan 4:54

Este segundo milagro lo hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

Juan 6:1

Después de esto, Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea (o de Tiberíades).

Juan 7:11

Los judíos lo buscaban entre los asistentes a la fiesta y se preguntaban: —¿Dónde estará ese hombre?

Juan 7:13

Nadie, sin embargo, se atrevía a hablar de él públicamente por miedo a los judíos.

Juan 7:19

¿No fue Moisés quien os dio la ley? Sin embargo, ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué queréis matarme?

Juan 7:25

Así que algunos habitantes de Jerusalén comentaban: —¿No es este al que desean matar?

Juan 7:35

Los judíos comentaban entre sí: —¿Adónde pensará ir este para que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de anunciar a los griegos su mensaje?

Juan 8:37

Ya sé que sois descendientes de Abrahán. Sin embargo, queréis matarme porque mi mensaje no os entra en la cabeza.

Juan 8:40

Pero vosotros queréis matarme porque os he dicho la verdad que aprendí de Dios mismo. No fue eso lo que hizo Abrahán.

Hechos 10:38

De cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y lo llenó de poder; de cómo Jesús pasó por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padecían oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.