Juan 6:46

La Palabra (versión española)

Esto no significa que alguien haya visto al Padre. Solamente aquel que ha venido de Dios, ha visto al Padre.

Referencias Cruzadas

Éxodo 24:10

y allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies tenía una especie de escabel de zafiro, tan resplandeciente como el mismo cielo.

Mateo 11:27

[Y luego continuó:] —Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.

Lucas 10:22

Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.

Juan 1:18

A Dios nadie lo vio jamás; el Hijo único, que es Dios y vive en íntima unión con el Padre, nos lo ha dado a conocer.

Juan 14:7

Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre, a quien en realidad ya desde ahora conocéis y habéis visto.

Juan 15:24

Si yo no hubiera realizado ante ellos cosas que nadie ha realizado, no serían culpables; pero han visto esas cosas y, a pesar de todo, siguen odiándonos a mi Padre y a mí.

Juan 5:37

También habla a mi favor el Padre que me envió, aunque vosotros nunca habéis oído su voz ni habéis visto su rostro.

Juan 7:29

Yo sí lo conozco, porque de él vengo y es él quien me ha enviado.

Juan 8:19

Ellos le preguntaron: —¿Dónde está tu padre? Contestó Jesús: —Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.

Juan 8:55

En realidad no lo conocéis; yo, en cambio, lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como vosotros. Pero yo lo conozco y cumplo sus mandatos.

Colosenses 1:15

Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de todo lo creado.

1 Timoteo 6:16

el único que es inmortal, que habita una luz inaccesible y a quien nadie ha visto ni puede ver. Suyos son por siempre el honor y el poder. Amén.

1 Juan 4:12

Es cierto que jamás alguien ha visto a Dios; pero, si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor alcanza en nosotros cumbres de perfección.