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Referencias Cruzadas

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Juan 6:45

La Palabra (versión española)

En los libros proféticos está escrito: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que escucha al Padre y recibe su enseñanza, cree en mí.

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24 Referencias Cruzadas  

acudirán cantidad de pueblos, que dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; él nos indicará sus caminos, nosotros iremos por sus sendas». Y es que saldrá de Sion la ley; de Jerusalén la palabra del Señor.

Yo instruiré a tus constructores, será grande la paz de tus hijos;

acudirán pueblos numerosos que dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob. Él nos indicará sus caminos y nosotros iremos por sus sendas. Y es que de Sion saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor».

[Y luego continuó:] —Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.

Aún estaba hablando Pedro, cuando quedaron envueltos en una nube luminosa de donde procedía una voz que decía: —Este es mi Hijo amado, en quien me complazco. Escuchadlo.

Así está escrito en el libro del profeta Isaías: Mira, yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.

Esto es lo que había prometido desde antiguo por medio de sus santos profetas:

Jesús, tomando aparte a los Doce, les dijo: —Ya veis que estamos subiendo a Jerusalén, donde ha de cumplirse todo lo que escribieron los profetas acerca del Hijo del hombre.

Mis ovejas reconocen mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.

Todo aquel que el Padre me confía vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí.

Y añadió: —Por eso os he dicho que nadie puede creer en mí si no se lo concede mi Padre.

Por tal razón, cuidad de que no se cumpla en vosotros aquella predicción profética:

Así que Dios se apartó de ellos y permitió que se entregasen al culto de los astros, como está escrito en el libro de los profetas: Pueblo de Israel, ¿en honor de quién fueron las víctimas y sacrificios que ofrecisteis durante cuarenta años en el desierto? No ciertamente en mi honor,

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre a quien pertenece la gloria, os otorgue un espíritu de sabiduría y de revelación que os lo haga conocer.

Esto deberíamos pensar los que presumimos de creyentes. Y si pensáis algo distinto, que Dios os ilumine también en este punto.

En cuanto al amor fraterno, no hace falta que os diga nada por escrito, ya que el mismo Dios os ha enseñado a amaros los unos a los otros.

Esta es la alianza que sellaré con ellos cuando llegue aquel tiempo —dice el Señor—: inculcaré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente.

Aunque el Espíritu que recibisteis de Jesucristo permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os instruya. Porque precisamente ese Espíritu, fuente de verdad y no de mentira, es el que os instruye acerca de todas las cosas. Manteneos, pues, unidos a él según os enseñó.




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