Juan 5:36

La Palabra (versión española)

Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan: las obras que el Padre me encargó llevar a feliz término, y que yo ahora realizo, son las que dan testimonio a mi favor de que el Padre me ha enviado.

Referencias Cruzadas

Mateo 11:4

Jesús les contestó: —Regresad adonde Juan y contadle lo que estáis viendo y oyendo:

Lucas 2:49

Jesús les contestó: —¿Y por qué me buscabais? ¿No sabéis que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?

Juan 10:25

Jesús les respondió: —Os lo he dicho y no me habéis creído. Mis credenciales son las obras que yo hago por la autoridad recibida de mi Padre.

Juan 11:37

Pero algunos dijeron: —Y este, que dio vista al ciego, ¿no podría haber hecho algo para evitar la muerte de su amigo?

Juan 15:24

Si yo no hubiera realizado ante ellos cosas que nadie ha realizado, no serían culpables; pero han visto esas cosas y, a pesar de todo, siguen odiándonos a mi Padre y a mí.

Juan 17:4

Yo he manifestado tu gloria aquí, en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste.

Juan 2:23

Mientras Jesús permaneció en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, fueron muchos los que vieron los milagros que hacía, y creyeron en él.

Juan 3:17

Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo.

Juan 3:2

fue una noche a ver a Jesús y le dijo: —Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Nadie, en efecto, puede realizar los milagros que tú haces si Dios no está con él.

Juan 4:34

Jesús les explicó: —Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo sus planes.

Juan 5:32

Es otro el que testifica a mi favor, y yo sé que su testimonio a mi favor es plenamente válido.

Hechos 2:22

Escuchad esto, israelitas: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios avaló ante vosotros con los milagros, prodigios y señales que, como bien sabéis, Dios realizó entre vosotros por medio de él.

1 Juan 5:9

Nosotros aceptamos testimonios humanos; pues bien, el testimonio de Dios es mucho más digno de crédito y consiste en haber declarado a favor de su Hijo.