Juan 5:30

La Palabra (versión española)

Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Conforme el Padre me dicta, así juzgo. Mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mis deseos, sino según los deseos del que me ha enviado.

Referencias Cruzadas

Génesis 18:25

¡Lejos de ti hacer una cosa así: hacer que mueran inocentes junto con culpables y que tenga el mismo castigo el justo que el malvado! ¡Lejos de ti! ¿El que juzga toda la tierra, no va a hacer justicia?

Salmos 96:13

delante del Señor que viene dispuesto a gobernar la tierra. Él juzgará al universo con justicia y a los pueblos con su fidelidad.

Isaías 28:6

anhelo de justicia para los jueces, valor para quienes repelen los ataques a las puertas.

Sofonías 3:15

El Señor ha alejado a tus enemigos, ha revocado plenamente tu condena. El Señor, rey de Israel, está contigo: ningún mal has de temer.

Mateo 26:39

Se adelantó unos pasos más y, postrándose rostro en tierra, oró así: —Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

Juan 14:10

¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os he enseñado no ha sido por mi propia cuenta. Es el Padre quien realiza sus obras viviendo en mí.

Juan 17:4

Yo he manifestado tu gloria aquí, en este mundo, llevando a cabo la obra que me encomendaste.

Juan 18:11

Pero Jesús dijo a Pedro: —Envaina la espada. ¿Es que no he de beber esta copa de amargura que el Padre me ha destinado?

Juan 4:34

Jesús les explicó: —Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo sus planes.

Juan 5:19

Jesús, entonces, se dirigió a ellos diciendo: —Yo os aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; él hace únicamente lo que ve hacer al Padre. Lo que hace el Padre, eso hace también el Hijo.

Juan 6:38

Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.

Juan 8:28

así que Jesús añadió: —Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, entonces reconoceréis que «yo soy» y que no hago nada por mi propia cuenta; lo que aprendí del Padre, eso enseño.

Juan 8:42

Jesús les dijo: —Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.

Juan 8:50

Yo no vivo preocupado por mi propio honor. Hay uno que se preocupa de eso, y a él le corresponde juzgar.

Romanos 15:3

Porque tampoco Cristo buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la Escritura: los insultos de quienes te insultan han caído sobre mí.

Romanos 2:2

Es sabido que el juicio de Dios cae con rigor sobre quienes así se comportan.

Romanos 2:5

Eres de corazón duro y obstinado, con lo que estás amontonando castigos sobre ti para aquel día de castigo, cuando Dios se manifieste como justo juez