Juan 3:8

La Palabra (versión española)

El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu.

Referencias Cruzadas

Salmos 107:25

Pues habló y se alzó un viento huracanado que hizo encresparse a las olas.

Salmos 107:29

Hizo que la tormenta amainara, que enmudecieran las olas.

Salmos 135:7

Desde el confín de la tierra alza las nubes, forja rayos para que llueva, saca el viento de sus refugios.

Eclesiastés 1:6

Sopla al sur y sopla al norte; y, gira que te gira, el viento vuelve a reanudar sus giros.

Ezequiel 37:9

Entonces me dijo: —Habla al espíritu, hijo de hombre, habla al espíritu y dile: «Esto dice el Señor Dios: Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla en estos muertos para que revivan».

Juan 1:13

Estos son los que nacen no por generación natural, por impulso pasional o porque el ser humano lo desee, sino que tienen por Padre a Dios.

Juan 3:7

No te cause, pues, tanta sorpresa si te he dicho que debéis nacer de nuevo.

Juan 3:9

Nicodemo preguntó: —¿Cómo puede ser eso?

Hechos 2:2

De pronto, un estruendo que procedía del cielo y avanzaba como un huracán invadió el lugar en que estaban congregados.

Hechos 4:31

Apenas terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. Así pudieron luego proclamar el mensaje de Dios con plena libertad.

1 Corintios 12:11

Todo lo realiza el mismo y único Espíritu, repartiendo a cada uno sus dones como él quiere.

1 Corintios 2:11

¿Quién, en efecto, conoce lo íntimo del ser humano, sino el mismo espíritu humano que habita en su interior? Lo mismo pasa con las cosas de Dios: solo el Espíritu divino las conoce.

1 Juan 2:29

Sabéis que Jesucristo es justo. Por eso debéis saber también que todo el que vive rectamente es hijo de Dios.