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Referencias Cruzadas

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Juan 3:13

La Palabra (versión española)

Nadie ha subido al cielo, excepto el que bajó de allí, es decir, el Hijo del hombre.

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24 Referencias Cruzadas  

¿Quién subió hasta el cielo y luego bajó? ¿Quién encerró el viento en su puño? ¿Quién recogió el mar en su vestido? ¿Quién estableció los confines de la tierra? ¿Sabes cuál es su nombre y el de su hijo?

y enseñándoles a cumplir todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Jesús le contestó: —Las zorras tienen guaridas y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.

A Dios nadie lo vio jamás; el Hijo único, que es Dios y vive en íntima unión con el Padre, nos lo ha dado a conocer.

Con plena conciencia de haber venido de Dios y de que ahora volvía a él, y perfecto conocedor de la plena autoridad que el Padre le había dado,

Ahora, pues, Padre, hónrame en tu presencia con aquella gloria que ya compartía contigo antes que el mundo existiera.

Si os hablo de cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo me creeréis cuando os hable de las cosas del cielo?

El que viene de lo alto está por encima de todos. El que tiene su origen en la tierra es terreno y habla de las cosas de la tierra; el que viene del cielo está por encima de todos

El pan que Dios da, baja del cielo y da vida al mundo.

Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.

Decían: —¿No es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo?

Esto no significa que alguien haya visto al Padre. Solamente aquel que ha venido de Dios, ha visto al Padre.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida.

Pues ¿qué ocurriría si vieseis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?

Jesús les dijo: —Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.

David no ascendió al cielo; sin embargo, dice: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha

Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el que os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes. Pastoread la Iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.

En cambio, del poder salvador de la fe dice así: No te inquietes preguntando: «¿Quién podrá subir al cielo?» —se sobrentiende que para hacer que Cristo baje—.

El primer ser humano procede de la tierra, y es terreno; el segundo viene del cielo.

que es el cuerpo de Cristo, y, como tal, plenitud del que llena totalmente el universo.

No está en el cielo, para que preguntes: «¿Quién puede subir al cielo por nosotros para que nos lo traiga, nos lo dé a conocer y lo pongamos en práctica?».




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