Él les dijo: —Echad la red al lado derecho de la barca y encontraréis pescado. Así lo hicieron, y la red se llenó de tal cantidad de peces, que apenas podían moverla.
En sus orillas se apostarán los pescadores, y desde Engadí hasta Egláin la gente tenderá redes. La pesca será como la del mar Grande, y además abundantísima.
Pero muchos de los que habían escuchado el discurso de Pedro abrazaron la fe, por lo que el número de creyentes varones alcanzó la cifra de unos cinco mil.