Iban corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más deprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Él insistió: —A pesar de todo, quiero ir. Entonces Joab le dijo: —Corre, pues. Ajimás echó a correr por el camino de la llanura y adelantó al cusita.
el sacerdote examinará la llaga: si parece estar más hundida que la piel y el pelo de la llaga es amarillento y escaso, entonces el sacerdote declarará impura a esa persona; se trata de tiña, un caso de lepra de la cabeza o de la barbilla.
Pedro y el otro discípulo salieron inmediatamente hacia el sepulcro.
Se asomó al interior y vio las vendas de lino en el suelo; pero no entró.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Bien sabéis que de todos los que participan en una competición atlética, solo uno recibe el premio. ¡Corred como para ganar!
Si la disposición es buena, a nadie se le piden imposibles; lo que dé es bien recibido.