Juan 20:26

La Palabra (versión española)

Ocho días después, se hallaban también reunidos en casa los discípulos, y Tomás con ellos. Aunque tenían las puertas bien cerradas, Jesús se presentó allí en medio y les dijo: —La paz esté con vosotros.

Referencias Cruzadas

Isaías 26:12

Señor, de seguro nos darás bienestar, pues tú realizas todas nuestras obras.

Isaías 27:5

Quien quiera mi protección, que haga las paces conmigo, las paces haga conmigo.

Isaías 54:10

Aunque se muevan las montañas y se vengan abajo las colinas, mi cariño por ti no menguará, mi alianza de paz se mantendrá dice el Señor, que te quiere.

Mateo 17:1

Seis días después, Jesús tomó aparte a Pedro y a los hermanos Santiago y Juan y los llevó a un monte alto.

Marcos 16:14

Por último se apareció a los once discípulos, cuando estaban sentados a la mesa. Después de reprocharles su incredulidad y su obstinación en no dar fe a quienes lo habían visto resucitado,

Lucas 24:36

Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: —¡La paz sea con vosotros!

Lucas 9:28

Unos ocho días después de esto, Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago y subió al monte a orar.

Juan 11:16

Tomás, apodado «el Mellizo», dijo a los otros discípulos: —¡Vamos también nosotros y muramos con él!

Juan 14:27

La paz os dejo, mi paz os doy. Una paz que no es la que el mundo da. No viváis angustiados ni tengáis miedo.

Juan 20:19

Aquel mismo primer día de la semana, al anochecer, estaban reunidos los discípulos en una casa, con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos. Se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: —La paz esté con vosotros.

Juan 20:21

Jesús volvió a decirles: —La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros.

Juan 21:1

Poco después, se apareció Jesús de nuevo a sus discípulos junto al lago de Tiberíades. El hecho ocurrió así:

Juan 21:14

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado.

Hechos 1:3

A estos mismos apóstoles se presentó después de su muerte y les dio pruebas abundantes de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.