Juan 20:16

La Palabra (versión española)

Entonces Jesús la llamó por su nombre: —¡María! Ella se volvió y exclamó en arameo: —¡Rabboní! (que quiere decir «Maestro»).

Referencias Cruzadas

Génesis 22:1

Después de estos hechos, Dios quiso poner a prueba a Abrahán; así que lo llamó: —¡Abrahán! Respondió Abrahán: —Aquí estoy.

Génesis 22:11

el mensajero del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abrahán! ¡Abrahán! Él respondió: —Aquí estoy.

Génesis 45:12

Mi hermano Benjamín y vosotros mismos sois testigos de que soy yo en persona quien habla.

Éxodo 3:4

Al ver el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: —¡Moisés! ¡Moisés! —Aquí estoy —respondió Moisés.

Éxodo 33:17

—También te concedo esta petición que acabas de hacerme porque gozas de mi favor y te has ganado mi confianza. Moisés suplicó:

Cantares 3:4

Y a poco de pasarlos hallé al amor de mi vida; lo agarré y no lo solté hasta meterlo en casa de mi madre, en la alcoba de la que me engendró.

Cantares 5:2

Yo dormía con el corazón en vela y escuché la voz de mi amor: —Ábreme, hermana y compañera mía, mi paloma sin defecto, que traigo la cabeza cubierta de rocío y los rizos mojados del relente nocturno.

Isaías 43:1

Y ahora, así dice el Señor, el que te ha creado, Jacob, el que te ha formado, Israel: No temas, que te he rescatado, te llamo por tu nombre y eres mío.

Mateo 14:27

Pero enseguida Jesús se dirigió a ellos diciendo: —Tranquilizaos, soy yo. No tengáis miedo.

Marcos 10:51

Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que haga por ti? Contestó el ciego: —Maestro, que vuelva a ver.

Lucas 10:41

El Señor le contestó: —Marta, Marta, andas angustiada y preocupada por muchas cosas.

Juan 1:38

quien al ver que lo seguían, les preguntó: —¿Qué buscáis? Ellos contestaron: —Rabí (que significa «Maestro»), ¿dónde vives? Él les respondió:

Juan 1:49

Natanael exclamó: —Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.

Juan 10:3

A este, el guarda le abre la puerta y las ovejas reconocen su voz; él las llama por su propio nombre y las hace salir fuera del aprisco.

Juan 11:28

Dicho esto, Marta fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: —El Maestro está aquí y pregunta por ti.

Juan 13:13

Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón, porque efectivamente lo soy.

Juan 20:28

Tomás contestó: —¡Señor mío y Dios mío!

Juan 3:2

fue una noche a ver a Jesús y le dijo: —Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Nadie, en efecto, puede realizar los milagros que tú haces si Dios no está con él.

Juan 5:2

Hay en Jerusalén, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, un estanque conocido con el nombre hebreo de Betzata, que tiene cinco soportales.

Juan 6:25

Los que buscaban a Jesús lo encontraron al otro lado y le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo llegaste aquí?

Hechos 10:3

Un día, sobre las tres de la tarde, tuvo una visión en la que vio claramente a un ángel de Dios que se dirigió a él y le dijo: —¡Cornelio!

Hechos 9:4

Cayó a tierra y oyó una voz que decía: —Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?

1 Samuel 3:10

El Señor volvió a insistir y lo llamó como antes: —¡Samuel! ¡Samuel! Y él le respondió: —Habla, que tu servidor escucha.

1 Samuel 3:6

El Señor volvió a llamar otra vez a Samuel y este se levantó y se presentó ante Elí, diciendo: —Aquí estoy, presto a tu llamada. Elí contestó: —Yo no te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte.