Juan 18:32

La Palabra (versión española)

Y es que tenía que cumplirse lo que Jesús había anunciado sobre la clase de muerte que iba a sufrir.

Referencias Cruzadas

Salmos 22:16

Me acorralan jaurías, hordas de criminales me asedian, como un león asedian mis manos y mis pies.

Mateo 20:19

luego lo pondrán en manos de extranjeros para que se burlen de él, lo golpeen y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará.

Mateo 26:2

—Como sabéis, dentro de dos días es la Pascua, y el Hijo del hombre va a ser entregado para que lo crucifiquen.

Marcos 10:33

Les dijo: —Ya veis que estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley que lo condenarán a muerte y lo pondrán en manos de extranjeros

Juan 10:31

Intentaron otra vez los judíos apedrear a Jesús.

Juan 10:33

Le contestaron: —No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por haber blasfemado, ya que tú, siendo un hombre como los demás, pretendes hacerte pasar por Dios.

Juan 13:18

No me refiero ahora a todos vosotros; yo sé muy bien a quiénes he elegido. Pero debe cumplirse la Escritura: El que comparte el pan conmigo se ha vuelto contra mí.

Juan 18:31

Pilato les dijo: —Muy bien, lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley. Los judíos replicaron: —Nosotros no tenemos autoridad para dar muerte a nadie.

Juan 21:19

Jesús se expresó en estos términos para indicar la clase de muerte con la que Pedro daría gloria a Dios. Acto seguido dijo: —Sígueme.

Juan 3:14

Lo mismo que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto,

Juan 8:28

así que Jesús añadió: —Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, entonces reconoceréis que «yo soy» y que no hago nada por mi propia cuenta; lo que aprendí del Padre, eso enseño.

Hechos 7:59

Esteban, por su parte, oraba con estas palabras mientras era apedreado: —Señor Jesús, acoge mi espíritu.

Gálatas 3:13

Fue Cristo quien nos libró de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros maldito. Pues dice la Escritura: Maldito sea todo el que muera colgado de un madero.

Deuteronomio 21:23

su cuerpo no deberá dejarse allí toda la noche, sino que tendrá que ser enterrado el mismo día, porque el que muere colgado de un árbol es maldito de Dios, y tú no debes convertir en impura la tierra que el Señor, tu Dios, te da en heredad.