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Referencias Cruzadas

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Juan 18:20

La Palabra (versión española)

Jesús le respondió: —Yo he hablado siempre en público a todo el mundo. He enseñado en las sinagogas y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos. No he enseñado nada clandestinamente.

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25 Referencias Cruzadas  

Yo proclamaré tu nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea.

He pregonado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios y tú, Señor, lo sabes.

No he hablado a escondidas, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a los hijos de Jacob que me buscaran en el vacío. Yo soy el Señor, y digo la verdad; anuncio las cosas que son justas.

Acercaos a mí, escuchad esto: Nunca he hablado a escondidas, desde que algo sucede estoy presente. Y ahora el Señor Dios me ha enviado y su espíritu…

Así que si alguien os dice: «El Mesías está en el desierto», no vayáis allí; y si os dice: «Está escondido en lo más secreto de la casa», no lo creáis.

Entonces dijo Jesús a aquel tropel de gente: —¿Por qué habéis venido a arrestarme con espadas y garrotes, como si yo fuera un ladrón? Todos los días me sentaba en el Templo para enseñar, y no me habéis arrestado.

Al oír esto, el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras y exclamó: —¡Ha blasfemado! ¿Para qué necesitamos más testimonios? ¡Ya habéis oído su blasfemia!

Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas judías. Anunciaba el evangelio del Reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias de la gente.

Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas judías. Anunciaba el evangelio del Reino y curaba toda clase de enfermedades y dolencias.

Les hablaba con toda claridad. Pedro entonces, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.

Jesús enseñaba en el Templo durante el día, y por las noches se retiraba al monte de los Olivos.

Enseñaba en las sinagogas y gozaba de gran prestigio a los ojos de todos.

¿A qué viene este interrogatorio? Pregunta a mis oyentes; ellos te informarán sobre lo que he dicho.

Todo esto lo enseñó Jesús en la sinagoga de Cafarnaún.

Mediada ya la fiesta, Jesús se presentó en el Templo y se puso a enseñar.

Resulta que está hablando en público y nadie le dice ni una palabra. ¿Será que nuestros jefes han reconocido que verdaderamente se trata del Mesías?

A lo que Jesús, que estaba enseñando en el Templo, replicó: —¿De manera que me conocéis y sabéis de dónde soy? Sin embargo, yo no he venido por mi propia cuenta, sino que he sido enviado por aquel que es veraz y a quien vosotros no conocéis.

Nadie que pretenda darse a conocer actúa secretamente. Si en realidad haces cosas tan extraordinarias, date a conocer al mundo.

Por la mañana temprano volvió al Templo, y toda la gente se reunió en torno a él. Se sentó y comenzó a enseñarles.

Tengo muchas cosas que decir de vosotros, y muchas que condenar. Pero lo que digo al mundo es lo que oí al que me envió, y él dice la verdad.

El rey está versado en estos temas, y a él puedo hablarle con plena confianza. Tengo la convicción de que no desconoce ningún detalle de todas estas cosas, ya que han acontecido a la vista de todos.




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