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Referencias Cruzadas

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Juan 17:26

La Palabra (versión española)

Les he dado a conocer quién eres, y continuaré dándoselo a conocer, para que el amor que tú me tienes se manifieste en ellos y yo mismo viva en ellos.

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28 Referencias Cruzadas  

Yo proclamaré tu nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea.

Cuando llegue aquel día, comprenderéis que yo estoy en mi Padre, vosotros en mí y yo en vosotros.

Jesús le contestó: —El que me ama de verdad se mantendrá fiel a mi mensaje; mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y haremos en él nuestra morada.

En adelante, ya no os llamaré siervos, porque el siervo no está al tanto de los secretos de su amo. A vosotros os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre.

Permaneced unidos a mí, como yo lo estoy a vosotros. Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo sin estar unido a la vid; lo mismo os ocurrirá a vosotros si no permanecéis unidos a mí.

Como el Padre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor.

Como tú vives en mí, vivo yo en ellos para que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado y que los amas a ellos como me amas a mí.

Te he dado a conocer a quienes me confiaste sacándolos del mundo. Eran tuyos; tú me los confiaste, y han obedecido tu mensaje.

yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza, que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.

Yo no vivo preocupado por mi propio honor. Hay uno que se preocupa de eso, y a él le corresponde juzgar.

Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo muera a causa del pecado, el espíritu vive en virtud del poder salvador de Dios.

que os ha injertado en Cristo Jesús, convertido para nosotros en sabiduría divina, en poder salvador, santificador y liberador.

Sabido es que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, y que los diversos miembros, por muchos que sean, constituyen un solo cuerpo. Lo mismo sucede con Cristo.

Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mí. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí.

De este modo, la bondad tan generosamente derramada sobre nosotros por medio de su Hijo querido, se convierte en himno de alabanza a su gloria.

Que Cristo habite, por medio de la fe, en el centro de vuestra vida y que el amor os sirva de cimiento y de raíz.

que es su cuerpo, del cual todos nosotros somos miembros.

Es grande la verdad aquí encerrada, y yo la pongo en relación con Cristo y con la Iglesia.

dándoles a conocer la gloria y la riqueza que este plan encierra para los paganos. Me refiero a Cristo, que vive en vosotros y es la esperanza de la gloria.

y en el que, como cabeza de todo principado y de toda potestad, habéis alcanzado vuestra plenitud.

Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos.

¡Ojalá que nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios que nos ha amado y que generosamente nos otorga un consuelo eterno y una espléndida esperanza,

cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.

Quien cumple sus mandamientos, permanece en Dios y Dios en él; así nos lo hace saber el Espíritu que nos dio.




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