Juan 17:15

La Palabra (versión española)

No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal.

Referencias Cruzadas

Génesis 48:16

el ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos; que en ellos se perpetúe mi nombre y el de mis padres, Abrahán e Isaac; que crezcan y se multipliquen en medio de la tierra.

1 Crónicas 4:10

Jabés clamó al Dios de Israel: «Bendíceme, ensancha mis fronteras, ayúdame y líbrame de la desgracia para que no sufra». Y Dios le concedió lo que había pedido.

Salmos 121:7

El Señor te protege de todo mal, él protege tu vida.

Salmos 30:9

¿Qué provecho hay en mi muerte, en que yo baje a la tumba? ¿Podrá alabarte el polvo? ¿Anunciará él tu fidelidad?

Eclesiastés 9:10

Todo lo que esté a tu alcance, hazlo con todas tus fuerzas, pues no hay actividad, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría en el reino de los muertos adonde te encaminas.

Isaías 57:1

Desaparece el honrado sin que nadie lo perciba; los fieles son eliminados sin que nadie se dé cuenta. Aunque sucumba ante el mal, el justo

Mateo 5:37

Decid simplemente: «sí» o «no»; todo lo que se diga de más, procede del maligno.

Mateo 6:13

No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno.

Lucas 11:4

Perdónanos nuestros pecados, como también nosotros perdonamos a quienes nos hacen mal. Y no permitas que nos apartemos de ti.

Lucas 22:32

pero yo he pedido por ti, para que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando recuperes la confianza, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.

Gálatas 1:4

Jesucristo ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,

2 Tesalonicenses 3:3

¡Pero el Señor es fiel! Él os hará fuertes y os librará del maligno.

2 Timoteo 4:8

Solo me queda recibir la corona que en justicia me corresponda, que el Señor, justo juez, me entregará el día del juicio. Y no solo a mí, sino a todos los que esperan con amor su manifestación.

1 Juan 5:18

En cuanto a nosotros, sabemos que todos los que han nacido de Dios no siguen pecando, pues el Hijo de Dios los protege y los mantiene lejos del alcance del maligno.

1 Juan 5:19

Sabemos también que somos de Dios, mientras que el mundo entero está sometido al maligno.