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Referencias Cruzadas

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Juan 15:25

La Palabra (versión española)

Pero así se cumple lo que ya estaba escrito en su ley: Me han odiado sin motivo alguno.

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16 Referencias Cruzadas  

Con palabras de odio me acosan, me atacan sin motivo alguno.

Que no se burlen de mí quienes sin razón me detestan, que no se hagan guiños quienes sin motivo me odian.

Más numerosos que mis cabellos son los que me odian sin motivo; son fuertes quienes quieren destruirme, quienes me detestan sin razón alguna. ¿Tendré que devolver lo que no robé?

si dañé al que estaba en paz conmigo, si protegí sin motivo a mi adversario,

Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos, expulsad a los demonios. Pero hacedlo todo gratuitamente, puesto que gratis recibisteis el poder.

Luego les dijo: —Cuando aún estaba con vosotros, ya os advertí que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.

Jesús les replicó: —¿No está escrito en vuestra ley que Dios dijo: Vosotros sois dioses?

No me refiero ahora a todos vosotros; yo sé muy bien a quiénes he elegido. Pero debe cumplirse la Escritura: El que comparte el pan conmigo se ha vuelto contra mí.

Porque todo esto ocurrió para que se cumpliese la Escritura que dice: No le quebrarán ningún hueso.

Ahora bien, es sabido que todo lo que dice la ley se lo dice a quienes están bajo su yugo. Nadie, por tanto, tendrá derecho a hablar y el mundo entero ha de reconocerse culpable ante Dios.

Pero Dios, por su benevolencia, los justifica de forma gratuita mediante la liberación realizada por Jesucristo,

¿Estará mi culpa en haberos anunciado de balde el evangelio de Dios, rebajándome yo para encumbraros a vosotros?

No quiero hacer inútil la bondad de Dios; ahora bien, si la justificación fuera por medio de la ley, Cristo habría muerto inútilmente.

ni comimos de balde el pan de nadie. Al contrario, trabajamos día y noche hasta casi extenuarnos, con el fin de no ser gravosos a ninguno de vosotros.

Finalmente, me dijo: —¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al sediento le daré a beber gratis del manantial del agua de la vida.

El Espíritu y la Esposa claman: —¡Ven! Y el que escucha, diga: —¡Ven! Que venga también el sediento y, si lo desea, se le dará gratis agua de vida.




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