Lo que yo os mando es que os améis los unos a los otros.
Os doy un mandamiento nuevo: Amaos unos a otros; como yo os he amado, así también amaos los unos a los otros.
Mi mandamiento es este: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.
Tratad a todos con deferencia, amad a los hermanos, temed a Dios, respetad al rey.
Ahora, Señora, te ruego que nos amemos unos a otros, no como si te escribiera sobre un mandamiento nuevo, sino sobre el que tenemos desde el principio.