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Referencias Cruzadas

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Juan 12:5

La Palabra (versión española)

—Ese perfume ha debido costar el equivalente al jornal de todo un año. ¿Por qué no se ha vendido y se ha repartido el importe entre los pobres?

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16 Referencias Cruzadas  

Y puesto que recibimos de palacio nuestro salario, no podemos permitir que el rey sea afrentado; remitimos, pues, al rey este informe

El faraón les contestó: —¡Holgazanes!, ¡no sois más que una partida de holgazanes! Por eso andáis diciendo: «Vamos a ofrecer sacrificios al Señor».

Pero exigidles la misma cantidad de adobes que antes. ¡No les perdonéis ni un solo adobe! Son unos holgazanes y por eso gritan: «¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!».

diciendo: «¿Cuándo pasará la fiesta del novilunio para que podamos vender el cereal, y el sábado para dar salida al trigo? Usaremos medidas trucadas, aumentaremos el peso del siclo y falsearemos las balanzas.

Pero, al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios. Lo sujetó violentamente por el cuello y le dijo: «¡Págame lo que me debes!».

Convino con los jornaleros en pagarles el salario correspondiente a una jornada de trabajo, y los envió a la viña.

Vended vuestros bienes y repartid el producto entre los necesitados. Haceos así un capital que no se deteriora, riquezas inagotables en los cielos, donde no hay ladrones que entren a robar ni polilla que destruya.

Al escuchar estas palabras, Jesús le dijo: —Aún te falta algo: vende todo lo que posees y reparte el producto entre los pobres. Así te harás un tesoro en el cielo. Luego, vuelve aquí y sígueme.

¿Por qué miras la brizna que tiene tu hermano en su ojo y no te fijas en el tronco que tú mismo tienes en el tuyo?

Entonces Judas Iscariote, el discípulo que iba a traicionar a Jesús, se quejó diciendo:

En realidad, a él los pobres le traían sin cuidado; dijo esto porque era ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, robaba de lo que depositaban en ella.

Como Judas era el depositario de la bolsa, algunos pensaron que le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres.

Felipe le respondió: —Aunque se gastase uno el salario de más de medio año, no alcanzaría para que cada uno de estos probase un bocado.




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