Juan 11:42

La Palabra (versión española)

Yo sé que me escuchas siempre; si me expreso así, es por los que están aquí, para que crean que tú me has enviado.

Referencias Cruzadas

Mateo 26:53

¿Acaso piensas que no puedo pedir ayuda a mi Padre, y que él me enviaría ahora mismo más de doce legiones de ángeles?

Juan 11:22

Pero aun así, yo sé que todo lo que pidas a Dios, él te lo concederá.

Juan 11:31

Los judíos que estaban en casa con María, consolándola, al ver que se levantaba y salía muy deprisa, la siguieron, pensando que iría a la tumba de su hermano para llorar allí.

Juan 11:43

Dicho esto, exclamó con voz potente: —¡Lázaro, sal afuera!

Juan 12:11

pues, por su causa, muchos judíos se alejaban de ellos y creían en Jesús.

Juan 12:17

Y la gente que estaba con él cuando resucitó a Lázaro y mandó que saliera del sepulcro, contaba también lo que había visto.

Juan 17:21

Te pido que todos vivan unidos. Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros. De este modo el mundo creerá que tú me has enviado.

Juan 17:25

Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo te conozco, y todos estos han llegado a conocer que tú me has enviado.

Juan 17:8

yo les he entregado la enseñanza que tú me entregaste y la han recibido. Saben, además, con absoluta certeza, que yo he venido de ti y han creído que fuiste tú quien me enviaste.

Juan 20:31

Estos han sido narrados para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida por medio de él.

Juan 3:17

Pues no envió Dios a su Hijo para dictar sentencia de condenación contra el mundo, sino para que por medio de él se salve el mundo.

Juan 8:16

y, cuando lo hago, mi juicio es válido, porque no estoy yo solo; conmigo está el Padre que me envió.

Juan 8:29

El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Juan 8:42

Jesús les dijo: —Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he venido de Dios y aquí estoy. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me ha enviado.

Romanos 8:3

Es decir, lo que era imposible para la ley a causa de la debilidad humana, lo llevó a cabo Dios enviando a su propio Hijo, que compartió nuestra condición pecadora y, a fin de eliminar el pecado, dictó sentencia condenatoria contra el pecado a través de su naturaleza mortal.

Gálatas 4:4

Pero al llegar el momento cumbre de la historia, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley,

Hebreos 5:7

Es el mismo Cristo, que durante su vida mortal oró y suplicó con fuerte clamor, acompañado de lágrimas, a quien podía liberarlo de la muerte; y ciertamente Dios lo escuchó en atención a su actitud de acatamiento.

Hebreos 7:25

Puede, por tanto, salvar de forma definitiva a quienes por medio de él se acercan a Dios, pues está siempre vivo para interceder por ellos.

1 Juan 4:14

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado a su Hijo como salvador del mundo.