Acudía a él mucha gente, y decían: —Cierto que Juan no hizo ningún milagro, pero todo lo que dijo acerca de este era verdad.
y comentó con sus cortesanos: —Este es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos. Por eso tiene poder para hacer milagros.
y, cuando lo encontraron, le dijeron: —Todos están buscándote.
Entre tanto, miles de personas se apiñaban alrededor de Jesús atropellándose unas a otras. Entonces, dirigiéndose en primer lugar a sus discípulos, Jesús dijo: —Cuidaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
En cierta ocasión estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret y la gente se apiñaba a su alrededor deseosa de escuchar la palabra de Dios.
uno que viene después de mí, aunque yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de su calzado.
Jesús hizo este primer milagro en Caná de Galilea. Manifestó así su gloria y sus discípulos creyeron en él.