Juan 10:25

La Palabra (versión española)

Jesús les respondió: —Os lo he dicho y no me habéis creído. Mis credenciales son las obras que yo hago por la autoridad recibida de mi Padre.

Referencias Cruzadas

Juan 10:32

Pero él les dijo: —Muchas obras buenas he hecho ante vosotros en virtud del poder de mi Padre; ¿por cuál de ellas queréis apedrearme?

Juan 10:37

Si no realizo las obras de mi Padre, no me creáis;

Juan 10:38

pero, si las realizo, fiaos de ellas, aunque no queráis fiaros de mí. De este modo conoceréis y os convenceréis de que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

Juan 11:47

Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron una reunión urgente del Consejo Supremo donde acordaron: —Es necesario tomar alguna medida ya que este hombre está haciendo muchas cosas sorprendentes.

Juan 12:37

A pesar de haber visto con sus propios ojos los grandes milagros que Jesús había hecho, no creían en él.

Juan 14:11

Debéis creerme cuando afirmo que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Dad crédito, al menos, a las obras que hago.

Juan 20:30

Jesús hizo en presencia de sus discípulos otros muchos milagros que no han sido recogidos en este libro.

Juan 3:2

fue una noche a ver a Jesús y le dijo: —Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Nadie, en efecto, puede realizar los milagros que tú haces si Dios no está con él.

Juan 7:31

Mucha gente creyó en él y comentaba: —Cuando venga el Mesías, ¿hará acaso, más milagros que los que este hace?

Juan 8:12

Jesús se dirigió de nuevo a los judíos y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 8:24

Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados. Porque si no creéis que «yo soy», moriréis en vuestros pecados.

Juan 8:56

Abrahán, vuestro padre, se alegró con la esperanza de ver mi día; lo vio y se alegró.

Juan 8:58

Jesús les respondió: —Os aseguro que antes de que Abrahán naciera, existo yo.

Hechos 10:38

De cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y lo llenó de poder; de cómo Jesús pasó por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padecían oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Hechos 2:22

Escuchad esto, israelitas: Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios avaló ante vosotros con los milagros, prodigios y señales que, como bien sabéis, Dios realizó entre vosotros por medio de él.

Hebreos 2:3

¿cómo podremos salir nosotros bien parados si desdeñamos una salvación tan valiosa como esta? Me refiero a la salvación que comenzó siendo anunciada por el Señor, que nos confirmaron quienes la escucharon