Los dos discípulos, que se lo oyeron decir, fueron en pos de Jesús,
Respuesta a tiempo causa alegría, ¡qué buena es la palabra oportuna!
Y los habitantes de una ciudad irán a decir a los de la otra: «Vamos a implorar el perdón y la protección del Señor del universo. ¡Yo también voy!».
y, al ver a Jesús que pasaba por allí, dijo: —Ahí tenéis al Cordero de Dios.
quien al ver que lo seguían, les preguntó: —¿Qué buscáis? Ellos contestaron: —Rabí (que significa «Maestro»), ¿dónde vives? Él les respondió:
Al día siguiente, Jesús decidió partir para Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: —Sígueme.
En todo caso, la fe surge de la proclamación, y la proclamación se realiza mediante la palabra de Cristo.
No empleéis palabras groseras; usad un lenguaje útil, constructivo y oportuno, capaz de hacer el bien a los que os escuchan.
El Espíritu y la Esposa claman: —¡Ven! Y el que escucha, diga: —¡Ven! Que venga también el sediento y, si lo desea, se le dará gratis agua de vida.