Juan, aplicándose las palabras del profeta Isaías, contestó: —Yo soy la voz del que proclama en el desierto: «¡Allanad el camino del Señor!».
A este Juan se había referido el profeta Isaías cuando dijo: Se oye una voz; alguien clama en el desierto: «¡Preparad el camino del Señor; abrid sendas rectas para él!».
Se oye una voz, alguien clama en el desierto: «¡Preparad el camino del Señor; abrid sendas rectas para él!».
Ellos le insistieron: —Pues, ¿quién eres? Debemos dar una respuesta a los que nos han enviado. Dinos algo sobre ti.
Los miembros de la comisión, que eran fariseos,
Vosotros mismos sois testigos de lo que yo dije entonces: «No soy el Mesías; simplemente he sido enviado como su precursor».