Llegaron al campamento de Guilgal, donde se encontraba Josué, y le dijeron a él y a los demás israelitas: —Venimos de un país lejano y queremos hacer un pacto con vosotros.
Luego el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías y le preguntó: —¿Qué te dijeron esos hombres? ¿De dónde han venido? Ezequías respondió: —Han venido de Babilonia, un país lejano.
Los gabaonitas mandaron mensajeros al campamento de Guilgal para decir a Josué: —No abandones a tus siervos a su suerte. Ven deprisa hasta nosotros y sálvanos. Socórrenos, porque se han aliado contra nosotros todos los reyes amorreos de la montaña.
Le respondieron: —Tus siervos vienen de muy lejana tierra, atraídos por la fama del Señor tu Dios, pues hemos oído hablar de él, de todo lo que ha hecho en Egipto