Yo tomé a vuestro padre Abrahán del otro lado del Río, le hice recorrer toda la tierra de Canaán y multipliqué su descendencia dándole a Isaac.
Luego lo llevó afuera y continuó diciéndole: —Echa un vistazo al cielo y cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. ¡Así será tu descendencia!
El Señor, Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de mi país de origen, que habló conmigo y juró dar esta tierra a mi descendencia, enviará su mensajero delante de ti para que tomes allí esposa para mi hijo.
Son los hijos herencia que da el Señor, son los descendientes una recompensa.