No habéis abandonado a vuestros hermanos en ningún momento durante todo este largo tiempo; habéis cumplido así lo que el Señor, vuestro Dios, os mandó.
Ahora que el Señor vuestro Dios ha dado a vuestros hermanos el descanso que les había prometido, podéis regresar a vuestras tiendas, a la tierra que Moisés, siervo del Señor, os dio en propiedad al otro lado del Jordán.