cuando, al anochecer, estaba a punto de cerrarse la puerta de la ciudad, esos hombres salieron y no sé adónde han ido. Si os dais prisa en perseguirlos, los alcanzaréis.
La ciudad, con todo lo que hay en ella, será consagrada al exterminio en honor del Señor. Solo quedará con vida Rajab, la prostituta, junto con todos los que están con ella en su casa, pues ocultó a los exploradores que enviamos a Jericó.
Pero Josué respetó la vida de Rajab, la prostituta, así como la de la familia de su padre y la de todos los suyos que continúan viviendo en medio de Israel hasta el día de hoy. Todo ello porque Rajab escondió a los espías que envió Josué a explorar Jericó.