A Caleb, hijo de Jefuné, se le asignó una parte entre los descendientes de Judá, tal como había mandado el Señor a Josué: Quiriat Arbá, la ciudad del padre de Anac, es decir, Hebrón.
Además de Hebrón (que era ciudad de asilo para los homicidas) con sus correspondientes lugares de pasto, se asignaron a los descendientes de Aarón: Libná,