Cuando echéis a suertes el reparto de la tierra, reservaréis como ofrenda al Señor un terreno sagrado de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Será sagrado en toda su extensión.
Repartiréis la tierra por sorteo entre vuestros clanes: a los clanes más numerosos les daréis una porción mayor; a los menos numerosos, una porción menor. Cada uno tendrá la propiedad que le toque en suerte y haréis el reparto entre vosotros por clanes patriarcales.
Moisés dio entonces a los israelitas las siguientes instrucciones: —Esta es la tierra que recibiréis por sorteo como porción hereditaria y que el Señor ha mandado que se dé a las nueve tribus y media.
Vosotros haced la descripción del país distribuyéndolo en siete lotes y traedme esa distribución para que sortee aquí los lotes, en presencia del Señor nuestro Dios.