el rey de Jericó, uno; el rey de Ay, que está junto a Betel, uno;
El Señor dijo entonces a Josué: —¡No tengas miedo ni te acobardes! Toma contigo a toda la gente de guerra y disponte a atacar a Ay. Yo te entrego al rey de Ay, junto con su pueblo, su ciudad y su territorio.
no quedando un solo hombre en Ay (ni en Betel) que no saliera en persecución de Israel. Así que, por perseguir a Israel, dejaron la ciudad indefensa.