El Señor entregó la ciudad junto con su rey en manos de los israelitas, que la pasaron a cuchillo con todos los seres vivos que había en ella: no dejaron ni uno solo con vida. Josué trató a su rey como había tratado al rey de Jericó.
El Señor entregó Laquis en manos de los israelitas, que la conquistaron en dos días y la pasaron a cuchillo con todos los seres vivos que había en ella, del mismo modo que habían hecho con Libná.
Se aliaron, pues, los cinco reyes amorreos: el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis y el rey de Eglón que subieron con todas sus tropas, asediaron Gabaón y la atacaron.