Avanzan como valientes, cual guerreros escalan la muralla; cada uno marcha en su fila, sin desviarse de su trayectoria;
Saúl y Jonatán, amados y queridos, ni la vida ni la muerte os pudieron separar, más rápidos que águilas, más fieros que leones.
Aquel mismo día había dicho: —El que quiera matar al jebuseo, incluidos los ciegos y los cojos que son enemigos de David, que se acerque por el canal. Y de ahí viene el dicho: «Ni ciegos ni cojos entrarán en el Templo».
Veintiocho mil seiscientos de Dan, prestos a la lucha.
Me desgarró cubriéndome de brechas, atacándome lo mismo que un guerrero.
que recorre alegre su camino como atleta, como novio que sale de su alcoba.
las langostas, que no tienen rey y avanzan todas bien organizadas;
Pasad por las hileras de la viña, destruid, pero no aniquiléis; arrancad todos sus sarmientos, porque ya no son del Señor.
ninguno estorba al compañero, avanza cada cual por su camino; aunque caigan flechas a su alrededor, no rompen la formación.
Invaden la ciudad, escalan la muralla; asaltan las casas irrumpiendo como ladrones a través de las ventanas.