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Referencias Cruzadas

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Joel 2:3

La Palabra (versión española)

Su vanguardia es fuego consumidor, llama abrasadora su retaguardia. Antes de su paso, era el país un paraíso; después, todo es estepa desolada: nada se escapa ante él.

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21 Referencias Cruzadas  

Lot echó una mirada a su alrededor y vio que todo el valle del Jordán, hasta llegar a Soar, era tierra de regadío como el jardín del Señor y las tierras de Egipto. (Eso era antes de que el Señor destruyera Sodoma y Gomorra).

Dios, el Señor, plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había modelado.

Ya viene nuestro Dios, no callará; un fuego devorador lo precede, a su alrededor estalla la tormenta.

El fuego avanza ante él, abrasa en derredor a sus rivales;

Las langostas cubrieron el país de tal modo que se oscureció su superficie; devoraron todas las plantas del país y todos los frutos de los árboles que se habían salvado del granizo. No dejaron nada verde en ningún lugar de Egipto: ni en el campo, ni en los árboles.

Cubrirán tu país de tal manera que no se podrá ver el suelo, devorando el resto de la cosecha que se salvó del granizo junto con todos los árboles que crecen en vuestros campos.

convertía la tierra en desierto, dejaba sus ciudades arrasadas y negaba a los cautivos la libertad?».

Las aguas de Nimrín dan paso a la aridez: se seca el heno, se acaba la hierba, no queda verdor.

Se acumulaba botín lo mismo que langosta, se lanzaban sobre él lo mismo que saltamontes.

El Señor consuela a Sion, consuela a todas sus ruinas; transformará su desierto en Edén, su desolación en jardín del Señor; en ella habrá gozo y alegría, acciones de gracias y cantos.

La ira del Señor del universo abrasa al país, el pueblo se convierte en pasto de las llamas. Nadie se compadece de su prójimo,

cada cual devora a su hermano, dentellea a la derecha y sigue con hambre, come a la izquierda y no se sacia:

devorarán tu mies y tu comida, devorarán a tus hijos e hijas; devorarán tus ovejas y tus vacas, devorarán tu viña y tus higueras. Conquistarán a espada las ciudades fortificadas, esas en las que tienes puesta tu confianza.

Y la gente dirá: Aquella tierra devastada se ha convertido en un jardín de Edén, y las ciudades arruinadas, devastadas y demolidas se han transformado en fortalezas habitadas.

El Señor Dios me mostró otra visión: convocaba el Señor Dios a un juicio por fuego; [el fuego] había devorado al gran abismo y amenazaba con devorar al territorio.

Pongo en pie de guerra a los caldeos, pueblo cruel e impetuoso, que merodea por toda la tierra para adueñarse de territorios ajenos.

sino que los dispersé entre naciones que no conocían. La tierra quedó asolada cuando ellos la abandonaron y nadie pasaba por allí. Así es como convirtieron en desierto un país tan espléndido.




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