Llegan días —oráculo del Señor— en los cuales el que ara seguirá de cerca al segador y el que vendimia, al que siembra; días en que destilarán mosto los montes y se tambalearán todas las colinas.
Traed los diezmos íntegros a los almacenes del Templo para que no falten víveres en él; ponedme a prueba procediendo así —dice el Señor del universo— y veréis cómo abro las ventanas del cielo para derramar sobre vosotros bendiciones a raudales.