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Referencias Cruzadas

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Jeremías 9:6

La Palabra (versión española)

Por eso, así dice el Señor del universo: He pensado refinarlos y probarlos, ¿qué otra cosa puedo hacer con su maldad?

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21 Referencias Cruzadas  

Os llamé y no hicisteis caso, os tendí la mano y nadie atendió;

Porque odiaron el saber y no quisieron respetar al Señor;

y volveré mi mano contra ti; te limpiaré de escoria en el crisol, separaré de ti cuanto sea ganga;

El buey conoce a su dueño, el asno, el pesebre del amo; pero Israel no conoce, mi pueblo no entiende.

Cuando lave el Señor la mugre de las hijas de Sion y rasque la sangre derramada en Jerusalén con un viento justiciero y devastador,

Han vuelto a los pecados de sus antepasados, que se negaron a escuchar mis palabras: van detrás de dioses extranjeros y les dan culto; tanto Israel como Judá han roto la alianza que hice con sus antepasados.

Yo era un cordero llevado al matadero; no sabía que andaban maquinando mi muerte: «Destruyamos el árbol en pleno verdor, vamos a arrancarlo del mundo de los vivos, que su nombre no vuelva a ser mencionado».

Este pueblo canalla que se niega a escuchar mis palabras, que sigue la maldad de su mente retorcida, que va tras dioses extraños dándoles culto y adorándolos, acabará como este cinturón que no sirve para nada.

Algunos dijeron: «Tramemos un plan contra Jeremías, pues no faltará la instrucción del sacerdote, el consejo del sabio y la palabra del profeta. Así que vamos a calumniarlo y a hacer caso omiso de lo que dice».

Oía a muchos murmurar: «Este es Terror-En-Derredor, denunciadlo, vamos a denunciarlo». La gente que me era más cercana andaba acechando mi traspié: «Tal vez, seducido, lo sometamos y podamos vengarnos de él».

Como un cesto repleto de pájaros, así rebosan sus casas de fraudes; por eso prosperan y se enriquecen,

¿Por qué, pues, se ha extraviado este pueblo, y Jerusalén es una apóstata recalcitrante? Se aferran al engaño, se niegan a volver.

¿Cómo te trataré, Efraín? ¿Acaso te abandonaré, Israel? ¿Te trataré como traté a Adamá o haré contigo como con Seboín? Mi corazón está conturbado y mis entrañas se conmueven.

Mi pueblo perece por falta de conocimiento; y como tú rechazaste el conocimiento, yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

Haré pasar por el fuego a este tercio, lo purificaré como se hace con la plata y lo acrisolaré como se acrisola el oro. Me invocará y yo lo escucharé; yo diré: «Es mi pueblo»; y él responderá: «El Señor es mi Dios».

Y como no tienen interés en conocer a Dios, es Dios mismo quien los deja a merced de una mente pervertida que los empuja a hacer lo que no deben.

Retornad al buen camino y no sigáis pecando; pues, para vergüenza vuestra, tengo que deciros que algunos de vosotros desconocen a Dios.

Los hijos de Elí eran unos desalmados que no respetaban al Señor,




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