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Referencias Cruzadas

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Jeremías 9:19

La Palabra (versión española)

Oíd, mujeres, la palabra del Señor, escuchen vuestros oídos la palabra de su boca. Enseñad una endecha a vuestras hijas, cada una a su amiga esta elegía:

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20 Referencias Cruzadas  

Miradlo avanzar como las nubes, sus carros igual que el torbellino, sus caballos más ligeros que las águilas. ¡Ay de nosotros, seremos devastados!

de manera que en pleno día andarás a tientas, como el ciego en la oscuridad. Fracasarás en todo lo que hagas; día tras día serás oprimido; te robarán y nadie acudirá en tu ayuda.

¡Levantaos, poneos en marcha, que no es este un tiempo de descanso! Tu impureza provoca la destrucción, una destrucción que será terrible.

Ese día os dedicarán una copla y os entonarán una elegía que diga: «Nos han arruinado del todo, han vendido mi herencia familiar; se nos arrebatan los campos y se reparten entre los invasores».

Nuestra herencia es de extranjeros, nuestras casas son de extraños.

¡Apartaos! —les gritaban— ¡Un impuro! ¡No toquéis! Y cuando huían vagabundos, los paganos les decían: «No podéis vivir aquí».

se anuncia desastre tras desastre, devastación a lo largo del país. De pronto son arrasadas las tiendas, en un momento el campamento.

¿Era acaso un siervo Israel, alguien nacido en esclavitud? Pues, ¿cómo se ha vuelto presa

Cumplid, pues, todas mis leyes y todos mis mandamientos; ponedlos en práctica no sea que os vomite la tierra a la cual yo os voy a guiar para que habitéis en ella.

¡Que no os vomite también a vosotros por haberla contaminado, como vomitó a los pueblos que la habitaron antes de vosotros!

El país, en efecto, se ha contaminado; así que yo he decidido castigar su iniquidad de forma que tenga que vomitar a sus habitantes.

Os arrojaré de mi presencia como arrojé a vuestros hermanos, a toda la estirpe de Efraín.

¿Y piensan que me irritan a mí —oráculo del Señor—? ¿No se hacen daño a sí mismos, para su propia vergüenza?

Corta tu melena de consagrado, tírala por ahí, y entona en las dunas esta endecha, pues el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que se ha hecho objeto de su cólera.

Me dijo el Señor: —Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, no me sentiría bien dispuesto hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que salgan.

¡En guardia, mujeres satisfechas, disponeos a oír mi voz! ¡Vosotras, muchachas confiadas, prestad oído a mis palabras!

—Por lo que a ti respecta, hijo de hombre, entona una endecha sobre Tiro.




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