Así dice el Señor del universo: Rebusca en el resto de Israel igual que se rebusca en una viña; pasa tu mano como el vendimiador examinando los pámpanos.
Voy a enviar a muchos pescadores —oráculo del Señor— a que los pesquen, y después enviaré a muchos cazadores a que los cacen por montes y colinas, y por las hendiduras de las rocas.
Todos los supervivientes de esta gente perversa, en todos los lugares por donde los dispersé, preferirán la muerte a la vida —oráculo del Señor del universo.
Y todavía surgió del altar un ángel más —el que tiene poder sobre el fuego— y ordenó con fuerte voz al de la hoz afilada: —Empuña tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, pues ya están las uvas en sazón.