Y si te preguntan a dónde han de salir, les dices: Así dice el Señor: El destinado a la muerte, a la muerte; el destinado a la espada, a la espada; el destinado al hambre, al hambre; el destinado al destierro, al destierro.
Haré que coman la carne de sus hijos y de sus hijas; se comerán unos a otros durante el angustioso asedio al que los someterán los enemigos que tratan de quitarles la vida».
el que se quede en esta ciudad, morirá a espada, de hambre o de peste; el que salga y se pase a los caldeos que os están asediando, seguirá con vida: su vida será su botín.
El rey Sedecías ordenó que custodiaran a Jeremías en el patio de la guardia y que le dieran una hogaza diaria de pan, de la calle de los Panaderos, hasta que se acabase el pan en la ciudad. Jeremías se quedó, pues, en el patio de la guardia.
—Majestad, no está bien que esos hombres hayan maltratado al profeta Jeremías arrojándolo a la cisterna. Seguro que morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad.
—Hijo de hombre, si un país peca contra mí cometiendo infidelidad y extiendo mi mano contra él, acabo con su abasto de pan, lo hago víctima del hambre y acabo con las personas y los animales que lo habitan,
Esto dice el Señor Dios: Cuando envíe contra Jerusalén mis cuatro azotes funestos: la espada, el hambre, las bestias salvajes y la peste, con ánimo de acabar con personas y animales,
Cuando yo dispare contra vosotros las flechas fatídicas de la hambruna, será para exterminaros (las dispararé para exterminaros); haré que arrecie la hambruna entre vosotros, y reduciré el suministro de pan.
La espada espera en la calle, la peste y la hambruna en casa: el que se encuentre en descampado morirá herido por la espada, el que se encuentre en la ciudad será devorado por la hambruna y la peste.
—Así dice el Señor del universo: Los ayunos del cuarto, quinto, séptimo y décimo mes se convertirán para Judá en días de alegría y regocijo y en festivas solemnidades, siempre que améis la verdad y la paz.
Quedarán extenuados por el hambre y la fiebre, consumidos por epidemias malignas; enviaré contra ellos colmillos de fieras y serpientes venenosas que muerden el polvo.