Ha subido la gente de Dibón a las alturas sagradas a llorar. En Nebo y en Madabá Moab se queja llorosa: con las cabezas rapadas, con las barbas afeitadas.
llegaron ochenta hombres de Siquén, de Siló y de Samaría, con la barba rapada, con la ropa desgarrada y con incisiones en el cuerpo. Llevaban consigo ofrendas e incienso para ofrecerlos en el Templo del Señor.
pues llega el día desolador para toda la gente filistea. Tiro y Sidón perderán sus últimos aliados cuando el Señor destruya a los filisteos, al resto de las costas de Creta.