Así que reunió a todos sus hombres y se dispuso a luchar contra Ismael, hijo de Netanías. Lo encontraron junto a la gran alberca de Gabaón.
Por su parte, Joab, hijo de Seruyá, también salió con los súbditos de David, y se encontraron junto a la alberca de Gabaón. Se colocaron allí, unos a un lado de la alberca y los otros al otro lado.
Cuando la gente que Ismael llevaba prisionera vio a Yojanán, hijo de Caréaj, y a todos sus oficiales, se alegró.